El trabajo de la resolución de problemas de suma, resta y multiplicación en Preescolar, un punto de partida para el desarrollo del Pensamiento Matemático aunado a las estrategias de enseñanza docente.
En los jardines de niños, las educadoras enseñan los primeros números para llegar al reconocimiento de los símbolos numéricos y es muy importante que al tener muy en claro este reconocimiento los niños comiencen a tener consciencia sobre lo que es la suma y la resta principalmente.
Como sabemos la suma es una operación básica que se representa con el signo “+” la cual consiste en combinar o añadir dos números o más para obtener una cantidad final o total. Por otro lado, la resta también conocida como sustracción es una operación matemática que se representa con el signo “-“la cual consiste en el desarrollo de la descomposición, pues ante una determinada cantidad, debemos eliminar una parte para obtener el resultado.
La mayoría de los niños, incluyendo los procedentes de familias de bajo nivel económico, llega a la escuela con una gran cantidad de conocimientos matemáticos informales (Russell y Ginsburg, 1984).
Por eso es frecuente que los niños asocien determinadas operaciones con palabras “clave” como son: agregar, juntar, poner, aumentar y más para la suma o quitar, quedar, desaparecer, perder y menos, para la resta. Por lo mismo es conveniente que los problemas no siempre tengan esas “palabras clave”, esto permite que en cada problema los alumnos reflexionen sobre la situación que se les plantea más allá de las palabras clave y los datos numéricos que aparecen en el problema. (Fuenlabrada I. D., Block A. y Martínez P. 1994 p. 31)
Para que los niños logren entender y usar las operaciones, es necesario que desde un principio comiencen a resolver este tipo de problemas para que poco a poco mejore la manera de realizar las operaciones para resolver los problemas con más facilidad.
Es por eso que la educadora juega un papel muy importante en la enseñanza de dichas operaciones, pues su tarea no solo debe ser transmitir información, sino sobre todo diseñar actividades a través de las cuales los niños se apropien de diferentes conocimientos.
Además de organizar estrategias donde los niños interactúen a través de los juegos sobre la resolución de este tipo de problemas y lograr que esas estrategias sean constructivas y de razonamiento, de modo que los niños reconozcan, y logre que estos adquieran el significado sobre lo que se les ha enseñado.
Para empezar a resolver problemas o situaciones de suma y de resta se debe comenzar con los números menores que 10, para que los niños vayan comprendiendo la utilidad de las operaciones, antes de que aprendan los procedimientos usuales para sumar y restar números más grandes.
Para resolver problemas de suma o de resta de números menores que 10, lo que se hace es contar. Poco a poco y en función de la frecuencia con la que se necesite hacer este tipo de cálculos, se va recordando rápidamente cuanto es, por ejemplo, 5+7 o 9-4. Estos cálculos de suma y de resta de los primeros números son los que apoyan a los que se tienen que realizar cuando se usan los procedimientos usuales para sumar o restar números grandes. (Fuenlabrada I. D., Block A. y Martínez P. 1994 p. 15)
Cuando los niños resuelven problemas con cantidades pequeñas, no es necesario que utilicen los procedimientos usuales para sumar o restar porque el resultado lo pueden obtener contando mentalmente, con sus pautas digitales, con signos icónicos o con palitos. . (Fuenlabrada I. D., Block A. y Martínez P. 1994 p. 29)
Cuando se les pide que determinen cuál de dos conjuntos tiene “más”, los niños de 3 años de edad, los preescolares atrasados y los niños pequeños de culturas no alfabetizadas pueden hacerlo rápidamente y sin contar (Baroody y Ginsburg, 1982 p.14)
Pero aun siendo con cantidades más pequeñas, los niños se enfrentan a grandes retos con problemas de suma y de resta.
Por ejemplo, los niños pueden sumar números en cualquier orden porque creen que obtendrán una respuesta correcta (aunque no necesariamente la misma) (Baroody y Gannon 1984).
Esto quiere decir que se requiere poner una debida atención a la enseñanza de los contenidos de resolución de problemas que implican suma y resta con el fin de que los niños los pongan en práctica en su vida cotidiana.
Por eso es importante que los niños se expliquen entre sí, con sus palabras, de que tratan los problemas que se les plantean, porque así entre todos se ayudaran a pensar en la forma de cómo resolverlos y ellos mismos poderse plantear más o comparar situaciones similares que les hayan ocurrido.
El trabajo colectivo es una nueva oportunidad para que los niños reorganicen aquello que saben sobre los problemas. El objetivo de este momento de la clase es que dicho conocimiento sea reinvertido en otros nuevos y para ello será necesario que los niños puedan tomar conciencia de qué han aprendido con ese problema. (Broitman C. 1999).
Por consiguiente debemos saber que las operaciones de suma y resta significan reconocer las situaciones en que las operaciones son útiles, saber escoger el procedimiento más sencillo para resolver una suma o resta, dependiendo de las cantidades involucradas especialmente para los niños, para que den resultados aproximados y aplicar ciertas estrategias para facilitar el problema planteado.
Nosotros debemos analizar los principales aspectos que favorecen la reflexión del niño, mencionando las condiciones didácticas para que el aprendizaje del niño sea significativo y que pueda utilizarlo en su vida diaria.
También nos encontramos con la multiplicación, es una operación matemática que consiste en sumar un número tantas veces como indica otro número, representada con el signo de “x”.
Es una operación diferente de la suma, pero equivalente, no es igual a una suma reiterada, sólo son equivalentes porque permiten alcanzar el mismo resultado.
Una vez que los niños ya se han familiarizado con los conceptos de suma y resta es cuando se puede introducir la multiplicación. Esto sucede cuando generalmente ya se encuentran en la primaria, empezando con la multiplicación.
Pero la multiplicación en preescolar se debe de trabajar con conjuntos para que asi los niños puedan visualizar de una forma más practica las operaciones y poder resolver los problemas sobre multiplicación y a pesar que no es un tema muy visto en preescolar es importante e interesante que los niños comiencen a relacionarse con este tipo de problemas para que al ingresar a la primaria no se les haga tan complejo comenzar a utilizarlos.
Recordemos antes que nada que nuestro sistema de numeración se compone básicamente de unidades, decenas y centenas.
Las unidades son números de una cifra y se caracterizan por ser los primeros números, van del 0 al 9. Las decenas son los números de dos cifras y van del 10 al 99. Las centenas son números de tres cifras y se cuentan a partir del 100.
La multiplicación nos permite realizar cálculos de sumas con más facilidad sin tener que hacer sumas reiteradas del mismo número. Especialmente es adecuado multiplicar cuando hacemos cálculos con números altos.
Referencias
Fuenlabrada I. D., Block A. y Martínez P. (1994). Lo que cuentan las cuentas de sumar y de restar. México: Libros del Rincón.
Desconocido. Elegir la operación más adecuada. 06 de diciembre del 2014, de Aula365/Speedy Sitio web: http://www.aula365.com/post/division-multiplicacion-sumas-restas/
Broitman C. (1999). Las operaciones en el primer ciclo: Noveduc Libros.
Baroody, Arthur J. (1997), “Matemática informal: el paso intermedio esencial”, “Técnicas para contar” y “Desarrollo del número, en El pensamiento matemático de los niños. Un marco evolutivo para maestros de preescolar, ciclo inicial y educación especial, Génesis Sánchez Barberán (trad), 3ª. Ed., Madrid, Visor (Aprendizaje, 42), pp. 33-47, 87-106, 107-148.